Buscando la fórmula que le permita comenzar a sumar fuera de casa, Hernán Boyero, entrenador de Blooming, intenta hacer que sus dirigidos se acostumbren a que sea la pelota la que corra en la altura y no ellos. Para hacer posible este objetivo, ensaya los pases de primera, apoyándose en la salida de los laterales, con miras al partido del sábado frente a Real Potosí, en el Víctor Agustín Ugarte.
¿Qué gana con esto el DT?, fácil, evitar que sus jugadores sufran el desgaste que significa arrastrar la pelota hasta el pie del compañero, cuando es el balón el que tiene que recorrer las distancias jugando en la altura y más aún a los 4.000 msnm.
Boyero sabe que necesita comenzar a sumar fuera del Tahuichi y es por ello que recurre a este sistema, que es empleado por otros equipos que vienen del exterior del país y que les da buenos resultados. Eso sí, no descuida la defensa ni la zona de contención, dos áreas neurálgicas del equipo, que necesitan estar metidas en el partido. Ahí es donde Alejandro Schiapparelli, su asistente de campo, no da tregua ni descanso a los jugadores que se desempeñan en esos sectores.
Hoy por la mañana, el grupo fue dividido en dos y, cada uno a un lado de la cancha, el DT comenzó a preparar el sistema de juego que emplearán este sábado cuando visiten a Real Potosí, en la Villa Imperial.